viernes, 31 de agosto de 2012

Capítulo 3: Despedidas.

Capítulo 3: Despedidas.
P.O.V.: Alexandra.
            Ni Heff ni Phil tomaron bien la noticia de nuestra partida. No nos iríamos eternamente, regresaríamos después de un tiempo, unos meses quizá.
    ¿Puedo hacer algo para que te quedes? –me preguntó por enésima vez Phil, observando como empacaba.
    A menos que puedas cambiar el paisaje, la gente, el acento y… No, no hay forma –hizo una mueca con la vista en el suelo. – Pueden venir con nosotros, tu y Heff –intenté tomar su mano pero él la retiro antes de que yo pudiera tener un contacto con él. –Lo siento ¿Sí? Solo quer…
    Campanita, no tienes porque disculparte, soy yo, lo siento, es solo que me da miedo que te pase algo, o a Melody…
    ¿Qué le pueden pasar a dos vampiresas? ¿Qué la policía nos pare por correr en exceso de velocidad? –Phil se rió a fuerza –Peter, no pasará nada ¿De acuerdo? Regresaremos a casa sanas y salvas –le sonreí. Él dudó un poco
    Confío en ti –me abrazó. –Iré a… iré a despedirme de Melody –me sonrió y desapareció por la puerta.
No me gustaba ese Phil. El Phil preocupado. O tal vez yo esté acostumbrada al Phil divertido y me extraña cuando aparece “Philip”.
    Toc, toc. ¿Puedo pasar?
    Claro Heff, esta también es tu casa –le sonreí
Como de costumbre, hizo un intento de sonrisa para no hacerme sentir mal. Me senté en la cama y él paseo de un lado a otro.
    ¿Cómo se te…? ¿Estás segura de que es una…? –ninguna de sus preguntas las terminaba.
Bufó y salió de la habitación.
Heff seguía siendo un gran misterio para mi. Es un libro de misterio al cual le faltan las páginas principales y solo  queda con el nudo de la novela. Ojala se despidiera bien de Mel. Se lo mucho que le importa ella a él y él a ella.
Miré a mi mesita de noche y estaba una foto de los cuatro. ¿Cómo se me pasó meterla?
La tomé y la admiré por mucho tiempo. Era nuestra pequeña familia. Pequeña pero unida. Hasta ese momento entendí el porqué de sus comportamientos. Tienen miedo a perder esta familia… tengo miedo de hacerlo yo también.
    ¿Que haces?
    Solo admiro la foto… ¿Recuerdas ese día?
    Es cuando tuviste la tontera de asaltar tiendas de música y librerías ¿No? –me encogí de hombros y de haber sido humana, me hubiera sonrojado.
    Era un buen plan ¿Quién nos vería?
    Llamaríamos la atención, Alex, pasar desapercibidos es una forma de supervivencia, no un placer que nos damos para estar tranquilos lejos de todo.
    Estúpidos Vulturi… -murmuré. –Se creen tanto con su trono robado, ojala los Rumanos regresen al poder.
    Oh bueno, eso ya no nos incumbe a nosotros, será problema de ellos.
    Si,  y si algo sale mal matan a todos  los vampiros. –gruñí.
    Venga Alex, no te agobies con ese tipo de cosas, no son asunto nuestro. Nuestro asunto ahora es empacar y despedirnos. Tendremos un largo viaje. –dejó salir un suspiro.
    Hace mucho que no finjo frente los humanos… ¿Qué haré mientras todos duermen? –este tipo de cosas son las que no preví cuando compré los boletos… ¿Y desde cuando nos separé? ¿Desde cuando somos un ellos y un nosotros?
    Solo cierra los ojos –cerró sus ojos- y fije respirar, sube los hombros. Si hay alguna turbulencia solo… solo finge que te despertó y ya, tu excusa sería el miedo. –me sonrió.
    Ojala fuera tan fácil.
    Lo es, no te compliques. –me sonrió.
En el silencio escuchamos la guitarra de Heff en su habitación y la flauta de Phil por otro lado.
    ¿Lo esta pasando muy mal? –le pregunté a Mel refiriéndome a Heff.
    Creo –se encogió de hombros. –sabes que no le gusta este tipo de cosas.
    Solo le di preocupaciones –murmuré. -¿Será muy tarde para comprar otros dos?
Melody me sonrió con ternura y removió un poco mi cabello como si fuese una cría de cinco años. Se levantó de la cama y de nuevo, esa sensación de que me pierdo de algo.
[ * * * ]
Me quedé hasta el amanecer leyendo un libro de psicología. Debería prestárselo a Heff…
Los trinos de los pájaros fueron música para mí. Quisiera tocar algo antes de irnos.
Bajé a paso humano –eso es algo que me gustaba, el no tener la necesidad de usar siempre la velocidad que teníamos, nos adaptábamos lo más que podíamos- por las escaleras y llegué a nuestra pequeña –nótese el sarcasmo- biblioteca donde el precioso piano negro yacía esperando para que alguien lo tocara.
Me senté en el banco y pasé mis fríos dedos sobre las teclas del mismo color que mi piel. Tal vez la temperatura no es la misma, pero sigo sintiendo ese mismo placer de siempre cuando toco algún instrumento…
El ruido de la puerta me alertó y dejé de tocar. Escuché los pasos detenerse  frente a la puerta de esta habitación. Era Phil.
    ¿Saliste? –miré las bolsas en su mano.
    Sí… fui a comprar nos libros.
    ¿A esta hora?
    Se de un lugar… -me sonrió tímido mientras se encogía de hombros.
[ * * * ]
Estando ya en el aeropuerto los nervios aumentaron. Sabía que los volveríamos a ver pero sin duda, las despedidas no son lo mío. Jamás tuve que hacerlo. Ni de mis padres. Pensamos que sería mejor si ellos no supieran de esto y nuestra vida después de la muerte.
Como era costumbre, las mujeres no dejaban de ve a Phil y a Heff. Era más que obvio que les atraía de ellos. De Heff  su personalidad dura y enigmática que a cualquiera atrae para descubrir que hay detrás de esa portada y de Phil, su cara de niño bueno y sonrisa amigable que siempre le dedica a todo mundo. En cambio, Melody y yo mirábamos mal a esas chicas, mientras ellos le hacían mala a cara a cualquiera que nos mirara. Vaya familia que somos.
Por el alto parlante anunciaron nuestro vuelo. Nos miramos entre los cuatro. ¿Esta es nuestra despedida? ¿Un silencio incomodo que nadie se atreve a romper?
Abrí la boca para decir algo pero antes de que pudiera hacerlo Phil me abrazó.
    Cuídate Campanita, las esperaremos ansiosos de su regreso.
    Phi…Peter –es un insulto para nuestra amistad no llamarnos por nuestros apodos cuando uno lo hace. No nos parece bien, pero sin embargo, ahora lo único que quería era llamarlo cuantas veces pudiera, mientras pudiera, por su nombre. –no nos iremos por siempre. Regresamos…
    Como no regreses viva, te mato. –me sonrió una última vez y besó mi frente. –Ten –sacó algo de su bolsillo. Me lo tendió. Era un teléfono celular. Él sostenía otro –Es por si quieres hablar con alguien cuando estén allá o cuando nos extrañes. –ahora que lo veía bien, hacían juego mi teléfono y el suyo.
    Vale, lo prometo. –nos abrazamos una ultima vez.
Miré a Melody quien solo se daba unas miradas extrañas con Heff.
    Cuídate, Dixie –ella se acercó para abrazarlo. Después de unos segundos, Heff lo correspondió.
    Igual tu Champ –Heff se alejó de ella cuidadosamente.
Y este era el momento de partir. Mientras caminábamos a revisión, sentía como poco a poco parte de mi se desprendía. Se quedaba con ellos.
Miré el celular en mi mano. Phil se había excedido, era uno de esos táctiles. Pero eso no fue lo que me llamó la atención. Fue el fondo de pantalla. Éramos nosotros dos, él vestido de Peter Pan y yo de Campanita, riendo, felices. 
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¡Hola, hola, hola!♥ Lamento mucho haber tardado tanto en publicar, pero por fin aquí está. Creo que aquí se demuestra que tan fuertes son los lazos de esta pequeña familia. askfbdjbask me encantó escribirlo!♥  Somos 18... ¡YAAAAAAAAAY!

Esperamos sus comentarios, opiniones, criticas. Se les quiere.
Un beso.
xx:)♥ A.S. 

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